miércoles, 31 de agosto de 2011

Llorá


Las lagrimas no salen porque si. Uno no llora porque sí. No conozco el llanto de felicidad, la felicidad se grita, el dolor se llora, quizás la belleza también puede llorarse, yo nunca vi nada tan bello como para llorar. Llorar para mi, siempre fue ese dolor en el centro del pecho, una presión tan fuerte que te hace llorar. Llorar alivia esa presión, pensalo como un globo, que se llena, y se sigue llenando, si no sacas aire el globo explota, y si no se llora el cuerpo también explota, y las explosiones nunca son en medio del campo, no, para nada, cuando una bomba explota arrastra a todo lo que tiene a su alcance, por eso no es bueno que el cuerpo explote, porque después alguien tiene que ir a juntar los restos.
Mientras estas ocupada sacándote el rímel todo corrido, o sonándote la nariz, al mismo tiempo que ensayas tu cara de acá no pasó nada, ahí, en ese momento, hay alguien juntando los pedazos después de la bomba que hiciste explotar. No importa que te hayas retocado el rímel, te hayas puesto tapa ojeras o base, o las dos cosas, puede que el mundo no sepa que explotaste, pero vos lo sabes, el que junto los pedazos lo sabe, y no importa cuánto te tapes la cara, a la cabeza no le podés pasar maquillaje. Por eso tomate 15 minutos, sentate en tu cama, y llora, desahogate, putea, llama a esa persona que sabés que va a juntar los pedazos si explotas, llamala y decile que estas llorando, decile que todo está para la mierda, que no te sale una, que te odias, decile lo que le tengas que decir, y si no sabes quién es esa persona, es fácil, agarra el teléfono y marca el primer número que se te venga, seguro es el de su casa.

Espejos


Miraba el espejo, observaba el reflejo que me daba.
Esa mañana los espejos irrumpieron en mi día ni bien me desperté, como una inspiración divina. Abrí los ojos y dije: Espejos. Me había estado preguntando todo el día previo: ¿Cómo puedo, en una sola fotografía, contar dos cosas que no son posibles de contar en un solo encuadre? Espejos. Esa era la respuesta, usando espejos.
Horas más tarde estaba ahí, adelante del espejo, observando mi cara, mis ojos, mi pelo... Y pensaba, "se me hace tarde para la facu", "tu piel es una mierda, tenés que ir al dermatólogo", "tu pelo da asco, tenés que ir a la pelu", "tus dientes están amarillos, ¿Que esperas para sacar turno en el dentista? ¡Tenés que sacarte esos brakets!". No me gustaba mi reflejo, hay algo mal en mi, ¿Cuanto tengo que odiarme para pasar 15 minutos frente a un espejo basureándome?
Entonces bajé la escalera, me serví medio vaso de Coca-Cola y me senté, prendí la tele y empecé a apretar el botón de subir canal en el control remoto, haciendo un intento de zapping, mientras mi cabeza palpitaba y sentía que el aire se escapaba de mi cuerpo, sentía como el vaso que tenía en la mano se resbalaba lentamente, pero no hacía nada para impedir que se callera De repente, paré. Estaban dando Glee, el segundo capítulo que vi de Glee, allá por enero de 2010, en el que Kurt compite con Rachel por la canción "Defying Gravity". Kurt hablaba con su padre, y le decía que se sentía orgulloso de ser quien era y que, tarde o temprano ese orgullo seria el que lo sacara de ese pueblo. Yo reaccioné más o menos en la mitad de "Proud Mary", mi cabeza me dijo: "una serie adolescente no le va a dar un sentido a tu vida, agarra el bolso y andate a cursar, hace algo, cualquier cosa es mejor que estar sentado deprimiéndote patéticamente por tu cutis". Entonces agarré firmemente el vaso antes de que tocara el piso.

domingo, 14 de agosto de 2011

I had a feeling once, that you and i, could tell eachother everything, for two months.


¿Por qué? Es lo que me pregunto cada vez que pienso en nosotros, ¿Por qué dejaste de hablarme? Creí que había algo, construí un futuro perfecto, creí en un vos y yo. Pero a fin de cuentas fue mucho yo y poco vos, soy muy crédulo, lo reconozco, pero también merezco amor como todo el mundo, y lo peor de todo es que mis 1,78cm y 54kg estaban plenamente dispuestos a amarte, solamente tenias que abrir la puerta.
Si pienso respuestas más me deprimo... ¿Seré feo? ¿Pesado? ¿Muy ignorante? ¿Se olía mi desesperación? ¿Qué tengo que no me hacía suficiente? ¿Qué?
Quizás leas esto, y te vas a reír, y quizás se lo muestres a alguien para que se rían juntos. Aunque sería muy cruel de tu parte.
Que irónico, que mientras escribo esto el iPod haya llegado aleatoriamente a Everybody Loves Me But You de Brenda Lee, a fin de cuentas, todo es una gran ironía.
En realidad no, estoy divagando, suele pasarme. Crédulo como soy, sigo esperando el café que alguna vez me invitaste a tomar, o por lo menos una explicación. 

Florence

Florence la felicidad la golpea como una bala en la cabeza. A mí, los días de perro no se me terminaron. No hay caballos que vengan. No tengo nada que ocultar, nada que callar. Solo escucho ruidos de autos, sirenas, gente y celulares. No necesito correr por mi madre o por mi padre, ni por mis hijos o hermanos. No tengo por qué dejar mi amor detrás. Porque no hay amores que dejar. Solo soy yo, caminando por la calle, con frio, solo.

Líquido


Ya pasaron semanas desde que volví, pero no sé qué decir, no me siento diferente, nunca escuche un click, quizás nunca lo escuche, quizás es todo un invento Hollywoodense, demasiados quizás. No los necesito, en este momento, más que dudas necesito certezas, porque en vez de dar dos pasos, retrocedo tres. Ahora, encima de todas las cosas, no sé quién soy, no sé si estoy haciendo lo correcto, no distingo lo bueno de lo malo. Como alguna vez canto Lilly Allen, "...that doesen't metter couse i'm packed in plastic, and that's what makes my life so fucking fantastic". Antes, en otro verso de The Fear dice, "i wanna be rich and i wont lots of money, i don't care about claver, i don't care about funny". Cada vez lo pienso y cada vez más lo acepto, soy un objeto, ya no vivo en una sociedad de humanos, sino de objetos, objetos que deben saber cómo ser, actuar, vestirse, hablar, moverse. Objetos que están definidos por los objetos que poseen, "dime qué usas y te diré quién eres", "dime qué tienes y te diré cuanto vales", si, es enfermizo, destructivo, injusto... ¿Pero que duele más? ¿Intentar convencerme de algo diferente, o simplemente aceptarlo, sacarle provecho, y vivir mi vida sin sufrir intentando convertirla en algo que nunca va a llegar a ser?. Mi madre intenta convencerme de que un corazón de oro es lo más importante que podemos tener, que sin él no podemos ir a ningún lado, pero yo no quiero un corazón de oro, quiero una Visa de oro. Pero, ¿cómo llego a la Visa de oro? ¿Estoy dispuesto a tirar mi corazón, a dar la espalda a mis valores, a mi familia, a mi hogar, a mi origen. Dejar todo a un lado y ser un hombre líquido, con un corazón púrpura, insoluble?